Cuando Jesucristo
tuvo piedad
Me encontraba de
rodillas implorando piedad
Él se acercó, me
miro con ternura me tendió su Mano.
Aquel hombre de
quien en ese momento no supe
Escuche de lejos
un susurro que decía: Es Jesús.
Aquel que mi
corazón estremecía con su ternura.
Hijo de Dios,
lleno de amor y de luz.
Me vio danzar, y
lavar sus pies en agradecimiento.
No vio mancha
alguna en mí,
solo un corazón de amor y
fe.
Como describir aquellos días después
de mi conversión
En estos tiempos en mis sueños,
lo veo, sé que está cerca de mi.
Mi amado Jesucristo en ti confió.
Así como nuestra Madre Reyna de
los Cielos y la tierra Madre María.
Amiga inseparable en esos tiempos y estos tiempos.
Algunos dicen son solo
sueños,
No hay vidas pasadas, no existe
la reencarnación.
Solo digo lo que mi corazón
siente y lo ve.
Me dice que hay un propósito
para estos tiempos...
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